Tomemos
perspectiva temporal. Remontémonos a la Antigüedad y más allá.
Ermita de San Tirso y San Bernabé en Ojo Guareña (Burgos) |
Para
las culturas y las religiones primitivas, el
origen
de la vida se asociaba a lugares kársticos, como el triángulo de
Ojo Guareña, referidos a la Diosa-Madre-Tierra.1
La
cueva era ejemplo de perfección del principio femenino y arquetipo
de la Tierra divinizada, de la Diosa Madre, de la matriz de la Madre
Tierra; era lugar de protección, adecuado para parir en la intimidad
de la soledad y bajo el amparo de la roca; era receptáculo de
energía, prototipo de lo continente, y fuente del agua vivificante
que nacía en las entrañas purificadoras y regeneradoras;2 era
lugar de misterio y de crecimiento,3 imagen
completa del mundo, centro
espiritual y, como tal, metáfora al mismo tiempo del corazón humano
y de la
bóveda del cielo;4 era
lugar laberíntico de lo cerrado y lo oscuro y a la vez sede de la
luz del tesoro escondido, de la
piedra preciosa.
En
todo el mundo, la gruta era –como lo sigue siendo– imagen del
nacimiento, de la muerte y de la resurrección,
representación del mito del eterno retorno.5 Moisés
vio a Dios de espaldas estando en la hendidura de la roca.6 Elías, junto al Horeb, asistió a la teofanía divina al ingresar en
la caverna.7 La
ballena fue la cueva viva de Jonás...8
El
sarcófago, asimilado a la gruta, fue símbolo de la tierra como fin
de la vida: la inhumación era el regreso al seno de la tierra, para
esperar el renacimiento en las oscuras entrañas.9
Y,
aplicando el mismo principio, la cueva fue lugar de iniciación de
adolescentes, guerreros y cofrades, que era un segundo nacimiento, un
paso a una nueva y luminosa realidad, tras la muerte simbólica del
neófito en las tinieblas.10
Para
la alquimia, en la cueva o en una cripta
se materializaba el “regressus
ad uterum”,11 evocando
el retorno a la materia prima, a la madre universal, al estado
primordial de la naturaleza, en busca de la reintegración
cósmica:“Visita
Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem”:
“Visita el interior de la Tierra (y) rectificando encontrarás la
piedra oculta”.12 Así, el descenso al mundo subterráneo era también descenso a
nuestra propia conciencia, invocando las abisales fuerzas femeninas,
que no eran otra cosa que el disolvente universal alquímico.13
Era
la eterna secuencia muerte-resurrección, que se hacía especialmente
presente el
domingo –el día del sol– siguiente a la primera luna llena tras
el equinoccio de primavera, significando la ovulación de la Mater
mundi.
El simbolismo pagano del dios resucitado se plasmaba en el huevo,14 equiparado
al huevo filosofal alquímico, en cuyo interior se producen las
transmutaciones que dan nacimiento a la piedra filosofal.15
Gruta de la Leche en Belén |
Así
las cosas, hace
dos milenios y pico, en la medianoche de un solsticio de invierno,
nació Jesús en una cueva,
trayendo la luz divina a la oscuridad terrenal y humana. Luego, en la
cercana gruta de la Leche, fue amamantado. Dice la tradición que
cayó una gota de leche sobre una roca, volviéndola blanca. Las
piedras de esta roca serían consideradas reliquias, porque hacían
que el agua tomara aspecto lechoso, y el arte bizantino generaría la
iconografía de la Galactotrofusa,
continuadora de las diosas maternales, como Isis con Horus.16 La
simbología de la cueva se asoció a la Virgen María.
No
fueron pocas las catedrales europeas
dedicadas a Ella, edificadas sobre grutas de cultos
ancestrales.17
Interior de la ermita de la Vera Cruz de Segovia |
En
la Reconquista española fueron numerosos las invenciones. En
Covadonga (Cova dominica,
“Cueva de la Señora”) la Virgen cambió el giro de la
Historia.18 También en Asturias apareció la Virgen
de la Cueva.19 En Jaén, la Virgen de Tíscar se
apareció al rey moro en la cueva del Agua y volvía cada vez que
este la arrojaba desde el castillo.20 En Castellón se erigió el santuario de Nuestra Señora de la Cueva
Santa tras la aparición de la imagen en la cueva del Latonero, lugar
de culto y peregrinación atávico.21 Y en una cueva apareció la Virgen de Guadalupe.22 Más cerca, en Carmona, un pastor
descubrió en “lugar y cueva escondido”, bajo las puertas de
Morón y Marchena, la imagen de Nuestra Señora de Gracia, que fue
llevada al pueblo pero que volvía una y otra vez a la cueva.23 En Sevilla, en una de las oquedades de extracción de arcilla tras el
meandro de San Jerónimo, apareció la Virgen de las Cuevas, que
sería titular de la cartuja.24 Los
templarios, para sus ceremonias de iniciación, edificaron templos,
como la ermita de la Vera Cruz de Segovia, con un edículo central,
representando la unión del cielo y la tierra, con una cripta en su
interior, a imitación del sepulcro en el que Cristo había sido
enterrado y en el que resucitó.25
Virgen de la Soterraña, de Santa María la Real de Nieva (Segovia) |
De
1492 es la sevillana Virgen del Subterráneo, que apareció bajo los
cimientos del antiguo templo renacentista de San Nicolás de
Bari.26 Se incorporó así al marianismo de la ciudad un título recurrente.
Recordemos a Nôtre-Dame-de-Sous-Terre,
la Virgen Negra y templaria de la Catedral de Chartres, a
Nôtre-Dame-Sous-Terre,
Nuestra Señora de la abadía del Mont-Saint-Michel, a la Virgen de
la Soterraña de Ávila, en cuya cripta una serpiente había
protegido de la profanación los cuerpos de los santos hermanos
abulenses Vicente, Sabina y Cristeta, y a la Soterraña de Santa
María la Real de Nieva (Segovia), cuya invención tuvo lugar tras
una aparición milagrosa a un pastor.27 El telúrico título del Subterráneo aparece en Sevilla cada Domingo
de Ramos con la dolorosa que sigue a la griálica Sagrada Cena
Sacramental y al Cristo de la Humildad y Paciencia.
La
propia tierra, siempre
fértil y siempre virgen, fue también alegoría de
María, “Paraíso
del Árbol de la Vida”. “Salve,
tierra de fruto incorruptible”, canta la oriental Acatista. “Salve,
Tierra que ha producido el trigo que nos alimenta”, canta un himno
occidental.28 El
padre Serguei Boulgakov, en Du
Verbe incarné,
hace suya la afirmación de Dostoievski: “La Virgen María es la
Madre, la Tierra húmeda”.29
Nuestra Señora del Subterráneo |
María,
como la arcilla, recibe precisamente la forma querida por Dios, pero
también, como el mármol, es base sólida de salvación, estabilidad
y seguridad.
Por eso también se vio en María la materia
prima alquímica, virgen, pura e inmaculada, cualidades físicas que
se corresponden en la Madre de Cristo con una cualidad de
comportamiento: la absoluta
sumisión a la voluntad y a la acción divinas. Solo
una criatura perfectamente virgen podía ser la madre humana de lo no
creado, como solo una materia prima perfecta puede contener la total
plenitud. La humildad (que viene de humus) es característica
eminente de la materia prima y de la Virgen María. He aquí el
tremendo simbolismo de las Vírgenes Negras, en montes, cavernas y
cuevas, porque precisamente la negritud de la Virgo
paritura
representa la potencialidad plena de la
materia prima fértil, porque solo a partir de la pureza
de la sustancia primordial, gracias a la influencia espiritual, se
desarrollan las posibilidades superiores. Para
Jean Hani,
el privilegio de la concepción inmaculada de una mujer terrena viene
a identificar a esta mujer –la Virgen María– con el eterno
femenino de Dios.30
Gruta de Nuestra Señora de Lourdes |
Pío
IX proclamó el dogma inmaculista el 8 de diciembre de 1854 por la
bula Ineffabilis Deus.
Cuatro años después, en 1858, la Virgen Inmaculada se
apareció dieciocho veces a Maria Bernada Sobirós (Bernadette
Soubirous, en francés, para la Historia) en la gruta de Lourdes,
afirmando, en la lengua de la chiquilla, el gascón occitano de los
cátaros: “Que soy era Immaculada Councepciou”: “Yo soy
la Inmaculada Concepción”.31 Siempre la Virgen hablándonos desde la cueva. En 1917, el 13
de mayo, la Virgen María bajó de los cielos a Cova de
Iria.32
Paso de María Santísima de la Concepción |
La
Concepción Inmaculada tiene también su cueva en Sevilla. Al inicio
de la madrugada del Viernes Santo, coincidiendo con el momento más
oscuro que es precursor de la mayor luz, se nos aparece María
Santísima de la Concepción en su paso que es cueva metálica, de un
oro y una plata que son nobles resultados de la sublimación de la
propia tierra, con su crestería de escenas de su vida, emulando la
basílica de Venecia, aunque adornada con jarras de azucenas, como la
Giralda. En 1616, con doscientos treinta y nueve años de antelación
respecto al dogma, la hermandad proclamó solemnemente el voto de
creer, confesar y defender el misterio hasta la muerte, si fuere
preciso.33
Nuestra Madre y Señora de la Merced |
El
cofrade sevillano necesita cada Semana Santa regresar a la Gran
Madre, porque María, además de ser Madre de Dios, lo es nuestra,
como lo evidencia el título de Nuestra Madre y Señora de la Merced.
Y, al acceder a la
cueva luminosa del
paso de palio, encontraremos cada año la oportunidad de reiniciarnos
en primavera.
1.
Guerra
Gómez, Manuel. Interpretación
religiosa del arte rupestre
2.
Arica,
Francisco. El
espíritu de la tierra
www.symbolos.com
3.
García
Seror, Antonio. Ensayos
sobre el hombre. Arqueología, antropología y religión
4.
Cirlot,
Juan Eduardo. Diccionario
de símbolos. También
El
simbolismo de la montaña y la gruta en el arte medieval
www.meditacionesdelascumbres.blogspot.com.es
5.
Eliade,
Mircea. El
mito del eterno retorno
6.
Éxodo 33: 21-23
7.
1
Reyes 19: 9-18
8.
Jonás
2.
Guénon, René. Símbolos
fundamentales de la ciencia sagrada
9.
Guerra,
ob.cit.
10.
Muzj, Maria Giovanna, citada en el artículo El
simbolismo de la montaña y la gruta en el arte medieval
(www.meditacionesdelascumbres.blogspot.com.es)
11.
Eliade, ob.cit.
12.
Lema alquímico, más identificado en su acróstico VITRIOL, que se
forma con las iniciales. Se relaciona con la cripta del alquimista
Christian Rosenkreuz, legendario fundador de la Orden Rosacruz
(www.es.wikipedia.org)
13.
Guénon, ob.cit.
14.
www.graalico.wordpress.com
y también www.bibliotecapleyades.net
15.
www.triplov.com
16.Tradigo,
Alfredo. Iconos
y Santos de Oriente
17.
Eslava
Galán, Juan. Los
templarios y otros enigmas medievales.
Vázquez Alonso, Mariano José. Jesús
y el enigma de los templarios
23.
Alonso, Francisco y Fernández, Eduardo. Virgen
de Gracia. Carmona.
www.phs.es. También
www.turismocarmona.org
24.
www.iaph.es
25.
García Atienza, Juan. Guía
de la España templaria.
También El
divino encanto de los templos de planta hexagonal: la iglesia de la
Vera Cruz. www.juancarlosmenendez.blogspot.com.es
26.
Los
documentos parroquiales fueron estudiados por Teodoro Falcón
(www.devocionesolvidadas.blogspot.com.es)
27.Huynen,
Jacques. El
enigma de las Vírgenes Negras.
También se encuentran referencias puntuales en www.es.wikipedia.org
28.
Hani, Jean. La
Virgen Negra y el misterio de María
29.
Boulgakov, Serguei. Du
Verbe incarné,
citado por Hani en ob.cit.
30.
Hani, ob.cit.
31.
Visentin, M.C. María
Bernarda Soubirous (Bernardita)en
el Diccionario
de los Santos,
de Leonardi, C., Riccardi, A. y Zarri, G. También Lligadas, Josep.
Nuestra Señora de Lourdes
33.
Se recomienda leer el capítulo 13 de la serie de este blog Sevilla
salomónica,
titulado ...Y
luz de coplas que son himnos...