El año 1147 fue clave en la
historia de la Reconquista y en la historia de Sevilla.
Patio del Yeso del Alcázar www.sevillapedia.wikanda.es |
En el mes de enero, el general
magrebí Barraz propició que los almohades se instalaran en el alcázar. Hasta
ese momento, desde finales del siglo XI, el reino taifa sevillano estaba
integrado en el imperio almorávide unificado, de origen sahariano, pero la
degradación había llegado a tal extremo que triunfó el nuevo movimiento
rigorista de los al-muwahhidun, los
almohades, los “unitarios” magrebíes.
El califa Abd-al-Mumin centralizó
el imperio en Marrakech, tomada ese mismo año. En Isbiliya, los almohades
controlaron la economía y el ejército, fuera del alcance de la población. Se
aposentaron en el “barrio del Cementerio”, donde crearon un área de poder
político, administrativo y militar, que culminaría con la mezquita aljama y su
famoso alminar.1
Murallas de Sevilla www.wikipedia.org |
Su sucesor Abu Yacub Yusuf trasladó
la capital a Isbiliya en 1172, y en 1175 todo Al Andalus estaba bajo dominio
almohade. La ciudad hispalense, que había tenido seis decenios de esplendor en
el siglo XI con los abbadíes Al-Mutadid y sobre todo Al-Mutamid, volvió a ser
el centro en Al Andalus con los almohades, los cuales, pese a su fama de
tiránicos y anticulturales. harían florecer Isbiliya en lo económico, en lo
demográfico, en lo cultural, en lo artístico y en lo urbanístico.2
Pero no nos adelantemos.
El año 1147 fue también clave en la
historia de la Reconquista y en la historia de la Orden del Temple, que en
dicho año recibió del papa Eugenio III el derecho de uso de la cruz roja patada
en las capas de los monjes guerreros.
Ruinas del castillo de Calatrava la Vieja www.patrimoniohistoricoclm.es |
Ese mismo año Alfonso VII conquistó
Calatrava, la ciudad de fundación omeya del siglo VIII, lugar clave en el valle
medio del Guadiana, paso obligado entre Córdoba y Toledo y en las
comunicaciones entre el este y el oeste de la Península, y encomendó la plaza,
el punto más avanzado del territorio cristiano, a la Orden del Temple.
Calatrava fue una de las primeras posesiones templarias en Castilla.
El nombre de Calatrava deriva de Kalat-Rabah, que se podría traducir como
“castillo de las gracias” pero también, directamente, como “castillo convento”.
Porque un rabat era una fortaleza
fronteriza en campo abierto o en la costa, donde un ermitaño tenido por santo
vivía rodeado de sus discípulos muyahidins,
voluntarios de la yihad, la guerra santa.
Un rabat pequeño era un rubayt, rubait o ribat. Y así
abundaron en España (y Portugal) las rábidas, rápitas, rábitas y rábetas.3 Hay
que hacer un comentario en cuanto a la yihad,
que en su faceta exotérica es la guerra santa material, y que en su faceta
esotérica es la “Gran Guerra Santa”, interior, espiritual. La referencia es
importante porque esta ideología de milicias de monjes guerreros fue lo que inspiró
al Temple, y, a partir de ahí, a todas las órdenes españolas, de las que la
primera fue la de Calatrava.4
Muerto el rey Alfonso, los
musulmanes se empeñaron en recuperar Calatrava. Desde 1147, el enemigo musulmán
se había vuelto, de golpe, mucho más peligroso.
Los templarios renunciaron a Calatrava.
¿Por qué? La historia oficial dice que no se veían con capacidad de defenderla.5 El nuevo rey Sancho III convocó un consejo y proclamó que entregaría la plaza a
quien la defendiera. Allí estaban Raimundo, abad de Santa María de Fitero, y un
monje hidalgo burgalés de la Bureva, famoso soldado del rey, llamado Diego
Velásquez. Parece que fue Velásquez quien convenció al abad para que pidiera
Calatrava, y Sancho III firmó en 1158 en Almazán la donación perpetua de la
villa y fortaleza de Calatrava a la Orden del Císter, representada por
Raimundo. Ese mismo año entraron ambos fundadores en Calatrava con 20.000
caballeros. En 1164 el papa Alejandro III
aprobó la regla de los caballeros, que adoptaron las constituciones
benedictinas del Císter, con hábito blanco y escapulario con la cruz
flordelisada negra. Estaban exentos de la jurisdicción de los ordinarios
diocesanos y solo el Císter podía ejercer sobre ella derecho de visita.6
Portada de las Definiciones de la Orden de Calatrava. Real Academia de Bellas Artes de San Fernando |
Por otro lado, precisamente fue también en 1147 cuando tuvo lugar la cruzada de Almería, compuesta por castellanos, aragoneses, navarros y occitanos, apoyados por navíos genoveses y pisanos. Fue la primera conquista cristiana de esta ciudad andaluza. La plaza fue entregada al Temple, que la conservó y la defendió heroicamente diez años contra todo pronóstico. Eso sí concuerda con lo que sabemos de los templarios.8 Almería conserva en su escudo la cruz roja de San Jorge desde entonces.
Detalle del castillo-convento de Calatrava la Nueva www.typhis.es |
La Sevilla almohade, la nueva
Jerusalén, estaba en el horizonte de la cruzada española.
1. Viguera Molins, María Jesús. Los almohades en Sevilla: 1147-1248,
dentro de la obra Sevilla almohade (VV.AA), editada por
Universidad de Sevilla, Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Sevilla, Fundación
Tres Culturas y Universidad de Mohammedia
2. Valor Piechotta, Magdalena. Sevilla almohade
3. Marçais, Georges. El arte musulmán, citado por Pavón
Maldonado, Basilio. Tratado de Arquitectura hispanomusulmana. Volumen 4. Se
recomienda la lectura de la serie de este blog La casa de la Pajería y sus circunstancias, y especialmente los capítulos
1 (Palacio principesco y casa prioral
templaria), 13 (Al fin los orígenes,
por fin el mar) y 14 (Geometría y
devociones).
4. Almazán de Gracia, Ángel. Calatrava la Vieja, el Temple y la Orden de
Calatrava (www.soriaymas.com).
También Asín Palacios, Miguel, El Islam
cristianizado, citado por Heras, Jesús de las en La Orden de Calatrava: Religión, guerra y negocio
5. Rodríguez Campomanes, Pedro. Dissertaciones históricas del orden y
caballería de los Templarios
6. Heras, Jesús de las en La Orden de Calatrava: Religión, guerra y negocio. La Cruz de Calatrava se define como flordelisada porque sus extremos terminan como flores de lis, aunque también aparece descrita en algunos textos como floreteada, más llanamente.
7. Se recomienda la lectura del capítulo 8 de la serie La casa de la Pajería y sus circuntancias, titulado Non nobis Domine, qui ut Tu.
8. Alarcón Herrera, Rafael. La huella de los templarios: tradiciones populares del Temple en España
8. Alarcón Herrera, Rafael. La huella de los templarios: tradiciones populares del Temple en España
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