sábado, 8 de septiembre de 2018

EL NACIMIENTO DE LA VIRGINIDAD FÉRTIL

María Santísima de Regla Coronada
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También es este el sentido de la espiga que lleva en su mano izquierda María Santísima de Regla, porque, como canta su Salve, reconocemos en Ella, la reina de los Panaderos, la tahona en que se amasó el Pan divino, «el hombre y el mismo Dios». Aunque verdaderamente el simbolismo de esta espiga es múltiple. En efecto, la espiga de la Virgen de Regla la proclama como patrona del gremio de la panadería, recordándonos que solo debemos pedir a Dios «el pan nuestro de cada día», sin acumular, de la misma forma que no estaba permitido a los israelitas acumular maná excediendo el tamaño del ómer, la cantidad para el consumo diario por cabeza (Éxodo 16:16). Y también hay una tercera significación, seguramente no intencionada, pero cierta, porque la espiga nos remite a Spica, la Alfa Virginis, la estrella binaria blanca, la más brillante, la principal de la constelación de Virgo, que los antiguos simbolizaban como una espiga de trigo en la mano izquierda de una doncella divina, la Aristae Puella. Los primeros agricultores, que relacionaban la constelación de Virgo con las diosas de la fertilidad y los distintos nombres de la diosa madre, ya observaron que Spica desaparecía en el horizonte el 15 de agosto tras la siega del trigo seco y maduro, y volvía a aparecer el 8 de septiembre coincidiendo con el momento de la siembra del trigo de invierno, y asociaron a Spica con el ciclo agrícola de una naturaleza, que es madre siempre fértil y fecunda porque es siempre virgen, pura, inocente, y no tiene capacidad para concebir el mal. Los antiguos egipcios asociaban a Spica con la diosa Isis de la fertilidad, y le tenían tal veneración que hasta los templos de Akhenaton, hoy en ruinas, estaban alineados hacia el punto del horizonte en el que Spica hacía su aparición, saludando así a su estrella. (...) Y recordemos que el 8 de septiembre es el día de la Natividad de la Virgen María. Pues bien, he aquí que la festividad de la Virgen de Regla, que lleva a la Asunción en su palio, es precisamente el 8 de septiembre. En la espiga de María Santísima de Regla están, por tanto, su propia Natividad y la Navidad del Hijo.
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Del libro de Antonio Hernández Lázaro El paso de palio: la búsqueda, Editorial Almuzara, 2018, pp. 184 y 185.

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