En el siglo XVI estábamos en el Renacimiento. El proceso de
asimilación del clasicismo humanista renacentista, que se había originado con
el emperador Carlos, culminó con Felipe II.
Lápida de la columna de la estatua de Hercules en la Alameda haciendo referencia a Felipe II y al conde de Barajas |
En el extremo interior de la nueva Alameda, Zapata hizo
colocar dos columnas procedentes del templo romano dedicado a Hércules cuyos
restos, de su fachada principal, habían resistido el paso y el peso de los
siglos dentro de una casa de la calle que se llamó del Mármol y hoy se llama Mármoles.1
Alameda de Hercules, con las columnas romanas y las estatuas de Hércules y Julio César |
Se trataba de dar cuerpo a las dos columnas que el fenicio Melkart había traspasado y superado, ganando un más allá, un plus ultra; se trataba de construir la pareja columnaria sevillana físicamente real, no virtual, como homenaje tangible al fundador que “edificó” la ciudad y al dictador romano que la “cercó de muros y torres altas”; pero se trataba también de crear un distilo que fuera pórtico del nuevo paseo, evocando las dos columnas del templo de Tiro que Salomón hizo suyas o, mejor dicho, de Dios.2
Lamentablemente, hoy las venerables columnas de la Alameda
son demasiado “tangibles”, expuestas a todo tipo de accidentes y gamberradas.
Volvamos a los tiempos de Felipe II. Porque fue el espíritu
clasicista del humanismo jesuita el que inspiró el diseño de la Casa Profesa de
la Compañía de Jesús, en la calle de la Compañía, hoy Laraña.3 La Casa Profesa de Sevilla fue uno de los principales
edificios de la institución en Andalucía. La iglesia, de uso interno de los
miembros de la Compañía, que fue finalizada por el cordobés Hernán Ruiz el
Joven y consagrada en 1579, trasmite reposo y austeridad.
Portada de la iglesia de la Anunciación |
En el Manuscrito está presente el influjo del templo circular de Jerusalén, el templo que había sido Mezquita de la Roca, sobre el solar del destruido Templo de Salomón, y que fue cristianizado por los caballeros templarios.5 La Roca era un punto telúrico venerado por todos. Allí fue donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a Isaac. Allí fue donde Jacob vio la escalera del cielo. Y allí fue donde Mahoma ascendió a las alturas celestes montado en una burra y acompañado del arcángel Gabriel. Entre los años 687 y 691, el califa Albd al-Malik construyó la Mezquita, que luego fue cristianizada por los caballeros templarios, a los que Balduino II había concedido como sede la Mezquita de Al-Aksa, en el lado sur de la explanada.
Cúpula de la iglesia de la Anunciación |
Retablo de la iglesia de la Anunciación |
Porque la Circuncisión del Salvador, que se llevó a cabo seguramente
en el ámbito familiar,8 como paso previo a la Presentación en el Templo, se
simboliza también con el círculo. Y este círculo es el continente del emblema
de los jesuitas.
Ya en el siglo XVIII, tras la expulsión de los jesuitas, el
templo sería universitario por decisión de Olavide. Hoy la Anunciación es la
sede de la hermandad del Valle. Y la cripta es Panteón de Sevillanos Ilustres.
Respecto a ese genio cordobés que fue Hernán Ruiz, maestro
mayor de la Catedral, que firmó el cuerpo de campanas de la Giralda , es bueno recordar
que fue uno de los artífices de la transformación parcial de la Mezquita cordobesa en Catedral.
Una curiosidad a propósito: cuenta un texto árabe que Salomón, en su paso por
Córdoba, ante la hondonada que había donde hoy está la Mezquita Catedral ,
dijo a los genios que le acompañaban: “Rellenad y nivelad este lugar pues aquí
se alzará un templo en el que se rendirá culto al Altísimo”. Luego vendría el
templo romano dedicado a Jano, luego el templo visigodo, luego la mezquita, y
luego la catedral cristiana.
Respetemos el sincretismo.
1. Ortiz de Zúñiga, Diego. Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de
Sevilla
2. La lápida de la
Puerta de Jerez proclama la fundación de la ciudad por
Hércules y la construcción de la romana por Julio César. Se recomienda la
lectura de la primera entrada de la serie Sevilla
salomónica y de la entrada Sevilla,
nueva Jerusalén de este blog. Anecdóticamente, se puede decir que las dos
columnas de la Alameda
fueron salomónicas durante el tiempo que estuvieron sin las estatuas que
esculpió Diego de Pesquera.
3. Morales, Alfredo J. La
arquitectura jesuítica en Andalucía. Estado de la cuestión
4. Nacascués Palacio, Pedro de. El Manuscrito de Arquitectura de Hernán Ruiz el Joven
5. Ibid. 4
6. Ampliato Briones, Antonio Luis. El proyecto renacentista en el tratado de arquitectura de Hernán Ruiz
7. Ibid. 3
8. San Luchas 2, 21
8. San Luchas 2, 21
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