jueves, 14 de mayo de 2015

LA CUEVA LUMINOSA (9: CANDELAS QUE ASCIENDEN Y RIEGO TORRENCIAL DE LUZ)

La candelería es componente importante del paso de palio, en primer lugar por su función de alumbrado y por su propio sentido ornamental, pero también porque las candelas son en sí mismas una ofrenda. Hasta el siglo XIX, las candelerías eran exiguas.1 Ha sido modernamente cuando los pasos de palio han incorporado candeleros de plata (o plateados en todo caso) como soportes del bosque de velas que, entre la sensualidad de la cera y el crepitar de las llamas, enmarca a la Virgen durante el día y la ilumina durante la noche sevillana. Porque la candelería no tendría sentido sin la noche de la Pasión, primaveral, oscura pero fértil, femenina como la propia ciudad y, al mismo tiempo, promesa de un nuevo día luminoso, de la Resurrección en definitiva.

La luz, la primera obra de la Creación,2 al ser la superación de las tinieblas, es signo de conocimiento, de sabiduría, de intelectualidad, de verdad y de santidad, del espíritu, de la fuerza creadora y de la energía cósmica. La luz es emblema de la naturaleza divina de Cristo.3 Y la llama tiene su propia simbología, como señal de trascendencia, porque el fuego, el más religioso entre los cuatro elementos, es emblema de transformación y regeneración, purificador supremo.4

Presentación de Jesús en el Templo
Catedral de Sevilla

El 2 de febrero celebramos la Candelaria. Se conmemora la Presentación de Jesús en el Templo de Jerusalén5 y la Purificación de la Virgen María –la que ya era Mater Purissima–, después de la cuarentena y la circuncisión del Niño, cumpliendo lo que Yavé había mandado a Moisés.6

Candelabro de siete brazos en la fiesta
de Janucá

Desde el siglo II a.C., los judíos celebraban la Janucá, la fiesta de las lucernarias, para conmemorar su independencia gracias a los macabeos y la posterior purificación del Templo de Salomón de los iconos paganos.7 Y en el siglo V, el papa Gelasio relacionó la celebración con la Presentación de Jesús. La iglesia griega instituyó la Hypapanté tou Kyrou, la fiesta del Encuentro. En el siglo VI, la conmemoración se extendió a Occidente, celebrándose como procesión penitencial en Roma,8 donde ya existían, por su parte, las Lupercales en honor de Lupercus, dios de la fecundidad y de los rebaños.9

Fiesta de Imbolc
Mientras tanto, los celtas celebraban la Imbolc, la fiesta de las candelas que abría el mes de febrero en honor de la diosa Brígida. Imbolc significa literalmente “en el vientre”. Eran días previos a la siembra y los campesinos recorrían los campos en procesión, con antorchas, pidiendo purificación de la tierra y fertilidad, además de inspiración y guía para los nuevos proyectos a desarrollar en los meses cálidos y soleados. Se ponían velas en las ventanas y se honraban las artes poéticas y femeninas.10

La fructífera cultura céltica fue integrada por los benedictinos, que valoraron la tradición druídica en sus intercambios con los misioneros irlandeses encabezados por san Columbano de Luxeuil en el siglo VI. Pero los seguidores de san Benito de Nursia fueron también permeables –sin defecto de la guerra santa– a la cultura oriental y sarracena, superior en ese momento a la europea.11

En el siglo XII entró en escena la Orden de los Pobres Conmilitones de Cristo y del Templo de Salomón. En la Cúpula de la Roca, la edificación central de la explanada donde había estado el Templo jerosolimitano –que es tanto como decir en el centro del centro del mundo–, guardaban los templarios un lignum crucis patriarcal, junto al que ardía una candela de oro, señalando el lugar donde María había efectuado la presentación de Jesús. Era como una manifestación terrenal de la luz divina, señalizada, como todos los lugares santos de la Cúpula, con mosaicos del poeta templario Achard d'Arrouaise. Fue lugar de peregrinaje.12 Y el día de “Santa María Candelaria” fue festividad importante y día de ayuno en las casas y encomiendas del Temple, según el artículo 75 de su regla.13

Salida de María Santísima de la
Candelaria

La devoción a la Candelaria se extendió por Europa. Y la fusión producida en los monasterios benedictinos franceses abrió la puerta a la devoción a las Vírgenes Negras traídas por los templarios, que fueron particularmente numerosas en los caminos que conducían por Francia a Santiago de Compostela desde la oficialización del hallazgo del cuerpo del santo apóstol en el año 843.14

Nuestra Señora de la Candelaria (o de Candelaria) es patrona de numerosos lugares que fueron templarios. A Tenerife la llevaron unos extraños ángeles de capa blanca y cirios procesionales, que se la dejaron a los guanches antes de que llegaran los “godos” conquistadores.15 O tal vez la llevó el mismo conquistador Jean IV de Bethencourt, que había obtenido de Benedicto XIII (el Papa Luna del castillo templario de Peñíscola) un subsidio de cruzada y llevaba en las velas de su barco la cruz templaria de las ocho beatitudes, junto con una enigmática Virgen Negra en el gallardete. O tal vea la llevaron, directamente, templarios fugitivos. Se cuenta que los guanches encontraron la Virgen Negra con la vela verde en la playa de Chimisay de Güimar. Luego, la imagen de la Virgen de Candelaria, la última Virgen Negra del Temple, estuvo en la cueva llamada de Achbinico o de San Blas.16

Nuestra Señora de Candelaria
Iglesia de Santa Úrsula
Adeje (Tenerife)
En la localidad tinerfeña de San Juan de la Rambla hay un letrero que recuerda que el 7 de noviembre de 1826 el barranco de Tapia se llevó por delante el castillo de San Pedro y el convento en cuya iglesia se encontraba la primitiva Virgen de Candelaria. Aunque hay quien piensa que la imagen no desapareció, sino que puede ser la que hay en la iglesia de Santa Úrsula de Adeje, tenida siempre como una copia del siglo XVI, pero que ahora se piensa que es anterior.17

En muchos lugares se celebran las fiestas de la Candelaria y San Blas, los días 2 y 3 de febrero. En nuestro ámbito cercano, esos días son una ocasión perfecta para visitar a la Virgen del Rocío en su aldea.

Pero volvamos a la Semana Santa sevillana, en la que tenemos a Nuestra Señora de la Luz en el Misterio de sus Tres Necesidades, en el calvario de la Carretería, y, ya bajo palio, a María Santísima de la Candelaria, que derrama su luz en el paseo de Catalina de Rivera el Martes Santo, y a Nuestra Señora de la Presentación, que va, con su copiosa candelería, tras el Santísimo Cristo del Calvario en la Madrugada de tinieblas que es precursora de luminoso Viernes Santo.

Nuestra Señora de la Presentación
La candelería del paso de palio es glosada como una señal de la presencia salvífica de Dios, imagen de la zarza que no se consume.18 También se la ha comparado con una cascada escalonada de luz sobre el rostro de la Virgen,19 y con la multitud de almas de los fieles. A mí me parece que las velas de la candelería ascienden hacia Nuestra Señora; más aún: hacen que nuestra vista ascienda, se eleve hasta Ella. Y, a su espalda, tras su paso, los candelabros de cola, ondulados y cimbreantes, como tallos que salen de un tronco común,20 hacen que las candelas –de luz espiritual y salvífica– fluyan como un torrente, como un don, como un riego fructífero, esparciéndose a borbotones a ambos lados del manto protector.21

Después de todo, si el paso de palio es metáfora de la propia Virgen, y cada uno de sus elementos (la luz, la flor, la plata... la gloria...) son también, a su vez, metáforas de Nuestra Señora, la emoción que nos hará vibrar ante un paso de palio no será otra que la de recibir la propia luz de la Virgen.



1. Martínez Alcalde, Juan. La Virgen Dolorosa y el paso de palio, en Sevilla penitente II (VV.AA.)
2. Génesis 1: 3-5
3. Evangelio de san Juan 8:12
4. Bachelard, Gaston. La Psychoanalyse du feu. También Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos
5. Evangelio de san Lucas 2: 22-39
6. Levítico 12
7. www.es.wikipedia.org
8. La Presentación del Señor y Purificación de la Virgen María (www.corazones.org)
9. www.es.wikipedia.org
10. www.hijasdelatierra.eswww.universo-celta-pueblos.blogspot.com.es
11. Huynen, Jacques. El enigma de las Vírgenes Negras
12. Se recomienda leer el capítulo 18 de la serie de este blog Sevilla salomónica, titulado Cofradías.
13. Regla del Temple, artículo 75 (según La Regla Primitiva de los Templarios, traducción del original realizada por Montserrat Robrenyo, basada en la edición de 1886 de Henri de Curzon, que representa la regla dada a los caballeros del Temple por el Concilio de Troyes en 1129. Los templarios ya habían tenido con anterioridad una regla de 72 artículos.
14. Huynen, ob.cit.
15. Espinosa, fray Alonso de. Historia de Nuestra Señora de Candelaria, citada por García Atienza, Juan, en La mística solar de los templarios
16. Alarcón Herrera, Rafael. La última Virgen Negra del Temple
17. En un artículo publicado en 1999 por V. Gómez se afirma que, tras datación por carbono 14, la imagen es del siglo XV. Los marqueses de Adeje y condes de la Gomera eran mayordomos de la Virgen de Candelaria y tenían casa en el camino de la cueva de San Blas (www.loquelaspiedrascuentan.blogspot.com.es). También www.laopinion.es
18. Éxodo 3: 2. González Gómez, Juan Miguel. Sentimiento y simbolismo en las representaciones marianas de la Semana Santa de Sevilla, dentro de Las cofradías de Sevilla. Historia, antropología, arte (VV.AA.)
19. Martínez Alcalde, ob.cit.
20. González Gómez, ob.cit.
21. Se recomienda leer el capítulo 5 de esta serie, titulado Maphorion, el refugio.


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