Retrato de Francisco Arias de Bobadilla www.tercios.org |
En 1596, en un momento esplendoroso
de Sevilla, fue nombrado asistente Francisco Arias de Bobadilla, conde de
Puñonrostro.1 Bobadilla –que así se presentaba– había nacido en Torrejón
de Velasco en 1542 y era nieto de Juan Arias Dávila, primer conde, y hermano
del conquistador conocido como “Pedrarias”, de quien heredó el título. Luchó en
Flandes a las órdenes del duque de Alba, recibiendo cinco heridas de arcabuz,
aunque parece que fueron leves. En 1631 se reconocieron sus servicios y se
superaron las sospechas de antecedentes judíos, siéndole otorgado el hábito de
la Orden de Alcántara, como también a su hijo. Hay que recordar que los
caballeros podían contraer matrimonio desde la bula de Pablo III de 1540.2
Escudo de Alcobendas (Madrid) www.es.wikipedia.org |
El condado de Puñonrostro –por el
nombre del señorío de Puñonrostro, en la Sagra, al sur de Madrid, sin que haya
que buscar más razones para un título tan tremendo– había sido concedido a Juan
Arias Dávila en 1523, oficialmente por Juana I “la Loca”, aunque en esa fecha
ella estaba ya encerrada en Tordesillas y reinaba ya de hecho su hijo Carlos. El
motivo de la concesión fue el apoyo prestado al emperador frente a los
comuneros, incluida la defensa de Illescas y el alcázar de Madrid. En la
comunidad madrileña y en la provincia de Toledo quedan recuerdos de la familia,
que poseyó importantes villas, como las de Alcobendas y San Agustín de
Guadalix, que tienen como escudos el de Juan Arias, con su cruz de Calatrava,3 o las de Torrejón de Velasco y Seseña, cuyos dos castillos siguen siendo
conocidos hoy como de “Puñoenrostro”.4
Con Francisco Arias de Bobadilla
entró esta familia madrileña en Sevilla. El asistente, que estuvo dos años, fue
un gobernante de carácter. Al mes de jurar, emitió un bando ordenando que se
personaran en el Hospital de la Sangre todos los holgazanes reconocidos. Se
presentaron más de dos mil indigentes. Los hombres capacitados para trabajar
debían encontrar trabajo en tres días. Las mujeres que estuvieran en
condiciones de servir debían dejar de mendigar, bajo pena de cien azotes. Solo
los incapacitados o viejos de ambos sexos tendrían licencia para limosnear, con
una tablilla.5 Cervantes, en La
ilustre fregona, pone en boca de uno de sus personajes: “Sábete, amigo, que tiene un Bercebú en el
cuerpo este conde de Puñonrostro, que nos mete los dedos de su puño en el alma.
Barrida está Sevilla y diez leguas a la redonda de jácaros; no para ladrón en
sus contornos. Todos le temen como al fuego, aunque ya suena que dejará presto
el cargo de Asistente, porque no tiene condición para verse a cada paso en
dimes ni diretes con los señores de la Audiencia”.6
Señal de azulejos de la calle Puñonrostro de Madrid www.daveser.blogspot.com.es |
Sevilla le dedicó en 1879 la calle
Puñonrostro, de la confluencia de Osario y Valle a la de Recaredo y María
Auxiliadora.7 También en Madrid hay una calle Puñonrostro, en la que vivió
Juan Arias desde que le compró la casa a Hernando del Pulgar, secretario real y
cronista de los Reyes Católicos, detractor de los métodos inquisitoriales, que
también tiene calle en Sevilla.8
Veamos a otro personaje. En el
antiguo convento de la Paz, en el lugar donde se coloca en Semana Santa el paso
de la Sagrada Mortaja, está la tumba matrimonial de Hernán Ramírez de Cartagena,
caballero veinticuatro que vino a Sevilla desde Madrid. En la lápida aparece el
escudo familiar con una cruz de Calatrava, y la leyenda “ESTA CAPILLA Y
ENTIERRO ES DE HERNAN RAMIREZ DE CARTAJENA VEINTICUATRO QUE FUE DE SEVILLA Y DE
DOÑA LUIZA FERNANDEZ COLMENERO SU MUGER Y DE SUS HEREDEROS Y SUBCESORES AÑO DE
1613.9 Eran años de creación de estirpes nobiliarias. En 1599 se había
constituido el mayorazgo Ramírez de Cartagena con propiedades en Salteras, que
se vincularía en 1692 al marquesado del Moscoso, llamado así por el cortijo de
ese nombre en El Viso del Alcor.10
Retrato del Conde Duque de Olivares, atribuido a Diego Velázquez Museo de Arte de Sao Paulo (Brasil) www.es.wikipedia.org |
Pero no solo vinieron cruces de
Calatrava de Madrid a Sevilla, sino que también fueron de aquí a la capital del
reino. El proceso de señorialización progresiva de las tierras que habían
pertenecido a las órdenes militares en el reino de Sevilla había dado origen a
una nobleza en la que fueron especialmente significadas las familias Guzmán y
Téllez-Girón. Básicamente, la primera surgió de las posesiones de la Orden de
Alcántara en el Aljarafe y la segunda se creó a partir de los enclaves de
Calatrava en torno a Osuna. Pues bien, ambos linajes, que conservaban como es
natural su vinculación con las órdenes, aportaron también personalidades que
fueron influyentes en la corte.11
Retrato del Conde Duque de Olivares. óleo sobre lienzo de Diego Velázquez. Colección Várez Fisa, Madrid www.es.wikipedia.org |
El Conde Duque de Olivares fue el
ejemplo más importante. Gaspar de Guzmán y Pimentel provenía del clan de los
Guzmanes de Teba (Málaga) de donde provenía también santo Domingo de Guzmán.
Nacido en Roma por ser su padre embajador en los Estados Vaticanos, fue el tercer hijo de la casa de Olivares, rama menor de la de
Medina Sidonia. Se le destinó a la carrera eclesiástica, pero sus hermanos
mayores murieron y él, al morir su padre, heredó el mayorazgo de Olivares y los
títulos. Compró la villa de Bollullos de la Mitación. Supo ascender en la corte
como gentilhombre del príncipe Felipe. En 1621, con Felipe IV ya en el trono, Olivares
fue grande de España. Al año siguiente fue valido del rey. Era caballero de
Calatrava y como tal fue pintado por Velázquez, pero en 1624 se cambió a la de
Alcántara, por lo que Velázquez lo pintó de nuevo, con la cruz flordelisada verde, solo un año después.
El
Conde Duque llegó a ser comendador mayor de la Orden de Alcántara, alcaide del
Alcázar de Sevilla, gran canciller de Indias, general de la caballería española
y tesorero general de la corona de Aragón.12 Entre 1626 y 1639 se
dedicó a restaurar el inquisitorial castillo trianero de San Jorge, pero, si
pretendía ganarse al Santo Oficio, no le sirvió de nada. Ante la ruina del
reino, y la consiguiente ruina de sus acreedores, intentó que volvieran a
España los judíos que habían huido a Portugal, de forma que fueran nuevos
acreedores, incluso agradecidos, de la corona, pero no pudo conseguir evitar
que la Inquisición los persiguiera.13 Por otra parte, su política
autoritaria provocó en 1640 la insurrección catalana, con el Corpus de Sangre,
y la secesión definitiva de Portugal. Incluso, al año siguiente, hubo un
intento independentista en Andalucía. El Conde Duque fue desterrado y se retiró
a su señorío de Loeches. Luego sufrió un nuevo destierro en Toro, aún más
lejos. En 1644 fue procesado por la Inquisición. Murió en 1645 y fue sepultado
en un convento fundado por él en Loeches.14
Retrato de Gaspar Téllez-Girón. Grabado de Giovanni Battista Bonacina, Biblioteca Digital Hispánica www.es.wikipedia.org |
Otro ejemplo de noble andaluz que
marchó a la corte fue el de Gaspar Téllez-Girón y Pacheco, V duque de Osuna,
que sirvió a Felipe IV como general de caballería durante el proceso
independentista de Portugal, y que llegó a presidente del Consejo de las
Órdenes, siendo nombrado, en 1646, clavero y definidor general de la Orden de
Calatrava.15
Ya en el siglo
XVIII tendría Sevilla otro asistente calatravo, en la persona de Esteban
Joaquín de Ripalda y Marichalar, conde de Ripalda, comendador de Molinos de la
Orden de Calatrava, maestre de campo general y señor del palacio de Ripalda en
Navarra. Tras la muerte del joven y recién coronado Luis I, Felipe V reasumió la
corona. Eran momentos de crisis en Sevilla tras el traslado a Cádiz del
monopolio del comercio de Indias. Ripalda, antepasado de Jaime de Marichalar y de la misma estirpe que el famoso jesuita del catecismo, ocupó
su cargo como asistente en 1725, coincidiendo con el lustro de la corte de
Felipe V en Sevilla. Urbanizó el Arenal, el Baratillo y la puerta de Triana. Intentó
sin éxito que volviera la Casa de Contratación. La decadencia de la ciudad era
ya imparable, y, pese a todo, fue ese en Sevilla un periodo de celebraciones,
en Semana Santa y en el Corpus, y con festejos y toros organizados por la
Maestranza de Caballería, sobre todo en 1726, que fue un año lleno de
canonizaciones y beatificaciones. Ripalda falleció en 1731, después de haber
sido el “asistente más amado y el más amante de Sevilla” según Lorenzo Bautista
de Zúñiga.16
Habrá que hablar de la Maestranza y
del Arenal en una próxima entrega.
1. Arana y Varflora, Fermín. Compendio histórico descriptivo de la muy
noble y muy leal ciudad de Sevilla. El oficio de asistente de Sevilla fue
establecido en 1478 por los Reyes Católicos a perpetuidad, sobre la base del
cargo que ya existía, equivalente al de corregidor en otras ciudades, que era
nombrado en las Provisiones Reales desde 1464.
2. Guichot y Parody, Joaquín. Historia del Excmo. Ayuntamiento de la
Ciudad de Sevilla .También, la tesis
doctoral de Vázquez, Juan Carlos. Francisco
Arias de Bobadilla, conde de Puñonrostro. Asistente de Sevilla (1579-1599), dirigida
por Francisco Núñez Roldán.(www.diariodesevilla.es)
3. Condado de Puñonrostro (www.es.wikipedia.org).
También www.alcobendas.org
5. Ros, Carlos. Leyendas de Sevilla
6. Sánchez, Juan
L. Francisco Arias de Bobadilla, IV conde
de Puñonrostro (1596-1610) (www.tercios.org)
7. Diccionario histórico de las calles de Sevilla. Consejería de Obras
Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla.
8. Esteban Serrano, David. Por las calles de Madrid: la de Puñonrostro
(www.daveser.blogspot.com.es)
9. Agradezco las explicaciones de
Manuel Delgado Martín, de la hermandad de la Sagrada Mortaja.
10. Vilela Gallego, Pilar. Catálogo de los documentos del archivo de
los Condes de Gómara y familia Arias de Saavedra. Junta de Andalucía.
También Marquesado del Moscoso en www.es.wikipedia.org
11. Se
recomienda leer los capítulos anteriores de esta serie, y especialmente el
capítulo 10, titulado Guzmanes y Girones.
12. Marañon, Gregorio. El conde-duque de Olivares. La pasión de
mandar
13. Gómez Bravo, Gutmaro. Atlas de la civilización judía.
14. Ibíd. 12. Se recomienda también
leer el capítulo 18 de esta serie, titulado Historias
y leyendas del castillo que fue caballeresco.
16. Ybarra
Hidalgo, Eduardo. El asistente de Sevilla
Conde de Ripalda (Tribuna abierta. ABC de Sevilla 08-12-94). Sobre la estirpe de Ripalda, www.euskalnet.net.
No hay comentarios:
Publicar un comentario