Hay cruces flordelisadas en el
paisaje sevillano, aunque algunas hay que buscarlas. Hay que entender, por
tanto, que el espíritu de la caballería que inspiró el emblema, de alguna
forma, sigue vivo. Ya sabemos que por un lado están los caballeros de las
órdenes y por otro están los linajes que usan la cruz, por razones que es
difícil escudriñar en muchos casos. Sugiero, para cerrar el tema en lo
referente al uso nobiliario de las cruces de Calatrava en Sevilla, visitar
algunos lugares.
Escudo de una de las torres en la hacienda de Castilleja de Talhara, en Benacazón |
Empecemos por la provincia. La hacienda y las ruinas mudéjares
de la ermita de Castilleja de Talhara se encuentran junto a la carretera que
une Aznalcázar y Benacazón. La villa, sobre lo que fue alquería musulmana, fue fundada
en 1369 por el veinticuatro Alonso Fernández de Fuentes y acrecentada en 1603
por Gaspar Ortiz Melgarejo. En 1666, Alonso Fernández Marmolejo, caballero de
Santiago y señor de Almensilla, y la señora de Castilleja de Talhara, Isabel
Ortiz Melgarejo, levantaron la capilla para albergar la imagen de Nuestra
Señora de Consolación, aparecida, según la tradición en 1477 en el lugar desde
entonces llamado Pocita de la Virgen. Una inscripción en la cruz de la ermita detalla
la historia.1 El lugar pasó a principios del siglo XVIII al marquesado de
las Torres de la Presa, cuando los descendientes de Catalina Gaviria y
Zubizarreta y su segundo esposo, Andrés de Madariaga e Iturbe, agregaron a
dicho marquesado el señorío de Castilleja de Talhara y el condado de Casa
Galindo, además de la pertenencia a las órdenes de Alcántara y Malta y a la
Real Maestranza de Caballería.2 La familia Gaviria, guipuzcoana, establecida
en Carmona desde el siglo XV, traía historia relacionada con las órdenes de
Calatrava y Santiago, pero también con la batalla de las Navas de Tolosa, lo que podría explicar la cruz de gules hueca, según aparece en el blasón en el interior de la hacienda.3 En 1838, los
herederos condes de Casa Galindo, Andrés Lasso de la Vega y Blanca Fernández de
Córdoba, levantaron de nuevo los cimientos. Y en 1888 la hacienda tomó su aspecto
actual, con las dos torres y los dos escudos: En el de la torre de la derecha (la izquierda según la vista) está la salutación angélica de
los Lasso de la Vega, con los roeles en sotuer con las cuatro estrellas de los
Madariaga y con una cruz de Calatrava, que puede provenir de los Gaviria, por las Navas de Tolosa (aunque también los Melgarejo traen la cruz flordelisada de oro por su intervención en las Navas de Tolosa, y por otra parte García Lasso de la
Vega, sobrino del marqués de Santillana, fue caballero de Alcántara en el siglo XVI). En el otro escudo está Boabdil, en las armas de los Fernández de Córdoba.4
Escudo de Torrenueva en la fachada de la Casa de los Artistas, en la calle Feria |
Después de esta excursión, volvamos
al centro de Sevilla, para ver la Casa de los Artistas, que fue palacio del
mariscal Gonzalo Arias de Saavedra, de la estirpe de los condes de Castellar, y
pasó luego por varios propietarios hasta que en el siglo XVIII la compró el
marqués de Torrenueva, cuyo escudo aparece en el moldurón de estilo gótico de
la fachada frente al inicio de la calle Feria.5 El marquesado de
Torrenueva (por la hacienda también llamada de Mateo Pablo, en Alcalá de
Guadaíra) fue concedido por Felipe V en 1732 a Mateo Pablo Díaz de Lavandero y
Martín, caballero de Santiago, veinticuatro de Sevilla, alguacil mayor de la
Inquisición, secretario de estado de Hacienda, Marina e Indias, a quien se
atribuye la creación de la moderna Hacienda española.6 La casa se
convirtió en caballerizas y luego en corral de vecinos y de talleres de
artistas y artesanos autónomos. Allí estuvo el maestro de baile Pellicet, pero
también estuvieron García Ramos, Pinelo, Zuloaga, Bacarisas, Grosso, Rico
Cejudo, Pérez Comendador, Brackembury, Ricardo Comas o Buiza. Hoy está preparado para acoger un centro
de mayores.7
Escudo de Torrenueva en la fachada del Corral del Coliseo, en la calle Alcázares |
También en el corral del Coliseo,
en la calle Alcázares, encontramos el mismo escudo de Torrenueva, porque el
marqués lo reconstruyó como corral de vecinos. El lugar había sido en el siglo
XVII corral de comedias (“el Coliseo”), uno de los más importantes de Sevilla.
Su primer gestor fue Juan de Oviedo y de la Bandera, que fue caballero de
Montesa.8 El local sufrió seis incendios, y en 1679 sufrió las
consecuencias de las predicaciones de Tirso González, que asociaba la peste a
las representaciones teatrales.9 Incluso el insigne calatravo Miguel
Mañara escribió un memorial contra las comedias.10 Hoy, rehabilitado
manteniendo la estructura, el Corral del Coliseo es edificio de apartamentos y
estudios. Y también tenemos el escudo del marqués de Torrenueva en el número 4 de la calle Dos de Mayo, en un edificio que había sido lonja de pescado y en el que hoy hay un bar.11
En los tres edificios, los escudos están montados sobre la Cruz de Santiago pero, mientras en el primero la cruz tiene la clásica forma de espada, en el segundo y en el tercero es flordelisada.
Retrato del XVII duque de Alba www.ordenesmilitares.es |
Como timbres de nobleza, lucían las
cruces flordelisadas en las capas de los caballeros de Calatrava y Alcántara. José
de Vargas-Zúñiga Sotomayor y Sánchez-Arjona (1782-1866), marqués de Paterna del
Campo y de San Bartolomé del Monte, maestrante de Sevilla y alcalde de Cazalla
de la Sierra, fue caballero de Alcántara. Y, si hablamos de caballeros de
Calatrava relacionados con Sevilla, hay que terminar citando a Jacobo
Fitz-James Stuart y Falcó (1878-1953), XVII duque de Alba entre otros muchos
títulos, y padre de la duquesa,12 que sin duda tenía que conservar la hidalguía de los caballeros medievales, puesto que se enfrentó a Franco.
Escudo de la fachada de la casa que fue de Luis Montoto, en la calle Mateos Gago |
Sigamos. Por cierto, ¿hay una Cruz de
Calatrava en el escudo de la fachada de la que fue casa de Luis Montoto
Rautenstrauch en la calle Mateos Gago? Si fuera así, me gusta pensar que puede
ser una cruz flordelisada, distintivo de la Orden de Santiago, que tendría
fundamento en el hecho de provenir la familia de una rama asturiana emparentada
con Antonio Montoto y Prado, señor de Friol y caballero de Santiago, del siglo
XVI.13 No es el escudo del linaje, porque este es el que vemos en la
tumba de Luis Montoto en San Bartolomé, con un castillo y un montero.14 En
el patio de la casa de Mateos Gago hay un retablo de la Virgen de la Rosa (¿de
Jericó?),15 y en el zaguán hay otro retablo, de la Virgen del Pópulo,16 encargado por Santiago Montoto, hijo del ilustre Luis y heredero de su
inquietud por la historia de Sevilla.
Santo Domingo de Guzmán representado en los sepulcros de los Guzmanes en la parroquia de Omnium Sanctorum |
En Omnium Sanctorum hay dos sepulcros,
referidos como de los Guzmanes, con azulejos originales de los siglos XVI y
XVII y esculturas yacentes de terracota, atribuidas durante mucho tiempo a Mercadante
de Bretaña, aunque hoy se piensa que lo más probable es que sean del siglo XIX.
El conjunto funerario sufrió dos incendios en el siglo XX, el último,
devastador, en 1936. Parece que muchos azulejos resistieron el fuego, aunque
hubo que reponer otros. Los paños laterales representan a santo Domingo de
Guzmán y san Ramón Nonato.17 En la pared del arcosolio del conde, a la
que está adosado el sepulcro, está el escudo heráldico de la familia, en el que
se adivinan las calderas y las sierpes de los Guzmanes.18 En la del
arcosolio de la condesa existe otro escudo, con una cruz de Calatrava. En un
texto único bajo los dos arcosolios se lee: “Los Excmos Sres Condes de las
Torres de Sanchez Dalp mandaron hacer para honrar los venerados restos de sus
padres Excmo Sr. D. Miguel de los Santos Sanchez Dalp y Guzman y la Excma. Sra.
Maria de los Santos Calonge Fernandez de Granados en
esta Santa Iglesia fundada por el Rey San Fernando Q D G Rogad por ellos A de N
S MCM(¿X?)L”. No he acertado a interpretar con seguridad la referencia al año,
aunque lo que parece evidente es que se trata del siglo XX, probablemente 1940.
Se deduce, por tanto, que, en plena posguerra, por mediación de los condes de
las Torres de Sánchez Dalp, se planteó que los sepulcros fueran ocupados por sus
padres, benefactores de la parroquia y descendientes de los Guzmán, marqueses
de La Algaba, que, residentes en el palacio que hay a la espalda de la iglesia,
tenían incluso una galería de acceso directo a esta. En la actualidad, no hay
restos humanos en los sepulcros.19
Detalle del sepulcro vacío de la condesa de las Torres de Sánchez Dalp en la parroquia de Omnium Sanctorum |
Miguel Sánchez Dalp y Calonge,
diputado a Cortes y presidente del Ateneo de Sevilla, primer conde de las
Torres de Sánchez Dalp, se ocupó también de su propio enterramiento y del de su
esposa. En la capilla del Instituto de Dolores Sopeña, en la calle Ximénez de
Enciso, 28, en lo que fue casa de Justino de Neve (hoy ocupada en su mayoría
por el Hotel Alcántara) hay dos arcosolios enfrentados, cada uno en un lado, de
la misma estética que los de Omnium Sanctorum, aunque con las estatuas yacentes
en alto y los escudos bajo ellas. Uno estaba destinado a Miguel Sánchez-Dalp y
Calonge y el otro a Ángeles Marañón, su esposa, ambos reconocidos como
“bienhechores de esta Santa Casa de Damas Catequistas Protectoras del Obrero y
Fundadores de esta Iglesia, para gloria de Dios”. También están vacías las
tumbas.20 Y los escudos son los mismos que los de Omnium Sanctorum, incluso
los de las damas, con la Cruz de Calatrava junto al árbol de los Calonge y el
árbol, el águila, el castillo y las estrellas de los Fernández de Granados. El
mismo escudo de la madre fue puesto para la esposa.
Escena de Don Juan Tenorio, en la que aparece Concha Velasco en el papel de Doña Inés |
Cerraremos también el ciclo teatral,
que hemos abierto con el Corral del Coliseo. Porque la Cruz de Calatrava está
también en el teatro y en el mito sevillano, desde que Tirso de Molina escribió
en el siglo XVII el Burlador de Sevilla y (el) convidado de piedra,
aunque el escenario es el siglo XIV, reinando Alfonso XI. En la obra, don Juan
Tenorio mata a don Gonzalo de Ulloa, comendador de Calatrava, después de
seducir con engaño a su hija doña Ana.21 Zorrilla tradujo la obra al
Romanticismo, dando forma al muy tópico Don Juan Tenorio, el personaje
teatral español más universal, en el que muchos quieren ver al joven Miguel
Mañara. Y la hija de don Gonzalo (doña Inés aquí) ostenta la cruz flordelisada
de gules mientras es enajenada, alucinada, fascinada y envenenada en el sofá
por don Juan.22
El próximo capítulo, para la cruz
flordelisada dominica, debe ser la puerta que cierre esta serie. Y que abra
otras.
1. www.iaph.es
2. Saltillo, marqués del. Historia Nobiliaria Española, tomo II,
citado por Halcón Álvarez-Ossorio, Fátima en Nobleza y arquitectura: Noticias de Haciendas de Olivar del término de
Carmona (www.redes-cepalcala.org)
3. Lasso de la Vega y Quintanilla,
A. Discurso de investidura como Grande de
España, citado por Halcón Álvarez-Ossorio, Fátima en Nobleza y arquitectura: Noticias de Haciendas de Olivar del término de
Carmona (www.redes-cepalcala.org). Recomiendo leer el capítulo 2 de esta serie, titulado Signo de entrega, de unidad, de victoria y de señorío. Agradezco la atención prestada por el ayuntamiento de Benacazón.
5. Vázquez Consuegra, Guillermo. Sevilla
cien edificios
6. Mateo Pablo Díaz de Lavandero (www.es.wikipedia.org)
7. La Casa de los Artistas www.cofrades.sevilla.abc.es
8. Se recomienda leer el capítulo
25 de esta serie, titulado Un caballero
de Montesa para el templo benedictino de las cruces de la Calzada.
9. Se recomienda leer el capítulo
29 de esta serie, titulado La
religiosidad de la calle.
10. Domínguez Arjona, Julio. La Sevilla que no vemos. El Corral del
Coliseo de Sevilla (www.galeon.com). Se
recomienda leer el capítulo 26 de esta serie, titulado San Jorge y la caridad de enterrar a los muertos.
14. Domínguez
Arjona, Julio. La Sevilla que no vemos.
Luis Montoto y Rautenstrauch (www.galeon.com)
15. Se recomienda leer el capítulo
32 de esta serie, titulado Buscando la
mediación de una madre sin pecado.
17. Estudio
previo del sepulcro de los Guzmanes en la iglesia de Omnium Sanctorum de
Sevilla www.coaat-se.es
18. Se recomienda leer el capítulo
10 de esta serie, titulado Guzmanes y
Girones.
20. Domínguez Arjona, Julio. La
Sevilla que no vemos. Tumbas de los primeros condes de las Torres de
Sánchez-Dalp (www.galeon.com)
21. Molina, Tirso de. El burlador de Sevilla y convidado de piedra
22. Zorrilla, José de. Don Juan Tenorio
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