¿Podemos imaginarnos una montaña dentro de una cueva?
La piramidal montaña, como la gruta, es concepto primordial de lo sagrado,
símbolo universal de elevación espiritual y de meditación, de trascendencia y
eternidad. En ella están la verticalidad y la altura. Para el pueblo que habita
en las inmediaciones de una montaña, ella será “el ombligo de la tierra”,
porque la considerará es “el punto donde dio comienzo la creación”.1
La piedra, representación reducida de la montaña, es la solidificación del
ritmo creador, libre de decadencia y de muerte, y representa, desde la más
remota antigüedad, la unidad y la fuerza estática. A falta de montaña, o incluso a veces en una montaña, la piedra ha sido
para muchos pueblos el medio de señalar su centro del mundo.2
El sueño de Jacob de José de Ribera. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado www.tuitearte.es |
Piedra de los Deseos, en Arjona (Jaén) |
En el camino de los israelitas hacia la tierra prometida, el centro del
mundo se identificaba de forma natural con el mishkán, el habitáculo y sede de la shejináh, la presencia divina. Este primer espacio sagrado de la
Biblia se montaba en cada nueva ubicación en el lugar que se identificaba como
punto central, en torno al cual se erguía todo el enclave.10
La simbología de la montaña es rica en Tierra Santa. En el monte Sinaí,
Moisés recibió las tablas. El templo de Salomón se levantó en el monte Moriá. Están los montes específicamente asociados a Cristo, como el Tabor y, por supuesto, el monte de los olivos de Getsemaní y el Calvario. Pero la sinécdoque de la propia ciudad y de toda la tierra de Israel es el monte Sion, el lugar del cumplimiento de la promesa de la tierra esperada, en las afueras de la ciudad vieja, el sitio donde están la tumba de David, el cenáculo de la última cena de Jesús y la abadía benedictina de Hagia María, dedicada a la Dormición de la Virgen.11
Rótulo de la plaza de Monte-Sión |
Pero no nos adelantemos. La devoción a la Virgen María experimentó un
salto cualitativo entre los siglos XI y XIII en Europa. Se hacía necesario
cristianizar un culto pagano ancestral y persistente, aunque la Iglesia era
consciente del peligro de que se prestara menos atención a Jesucristo. Los
benedictinos y sobre todo San Bernardo tuvieron mucho que ver en la iniciativa.
Los templarios contribuyeron decisivamente a la difusión del culto a las
Vírgenes Negras,14 cuya iconografía era la de la Kiriotissa, trono de la
sabiduría. Y se edificaron santuarios para Vírgenes Negras en “lugares
de poder”, polos de energía vivificante y fuentes de alivio y paz, en muchos de los cuales se veneraba antes una
piedra santa, un betilo, que identificaba el lugar como morada del alma y centro
del mundo, caverna del huevo primordial, matriz de la tierra, desde donde la
diosa madre fecunda proyectaba su fertilidad en las mujeres, en el ganado y en
los campos…15
Cruz sobre peana de piedra en la parroquia del Divino Salvador |
Un santuario fundamental, de los erigidos en montañas, fue el de Rocamadour (la Roche d’Amadour, la Roca de Amador) en Quercy, en el camino
francés a Compostela, en un lugar rodeado de importantes posesiones templarias.
La devoción a Nuestra Señora de Rocamadour, protectora de embarazadas, madres y
niños, vino a Estella y a Sangüesa, en el Camino de Santiago español,18 y
se cuenta que Felipe de Castilla, el hijo templario de Fernando III, que estaba
destinado a ser arzobispo de la ciudad pero tomó otra decisión, trajo la imagen
pintada de Rocamador que le habría regalado su tío san Luis para el hospital de
ancianos franceses que había junto a la iglesia de San Lorenzo.19
Réplica de la Virgen Negra de Montserrat, en la capilla sevillana de Montserrat |
Retablo cerámico de Nuestra Señora de la Cabeza, en San Juan de la Palma. Se aprecia la gran peana de plata. |
Peana de Nuestra Señora del Socorro www.elforocofrade.es |
1. Eliade, Mircea. Imágenes y símbolos. Cirlot, Juan
Eduardo. Diccionario de símbolos
2. Guénon, René. Símbolos fundamentales de la ciencia sagrada
3. Plinio el Viejo. Historia Natural
4. Ibíd. 2
5. Génesis, 28:17-19. En los textos bíblicos aparece el lugar calificado
de “venerando” a “terrible”. Se me
antoja que el adjetivo “tremendo” es apropiado.
6. Agüero de Chazal, Ana Emilia. La
Virgen como Casa de Dios (www.symbolos.com)
7. Guénon, René. El Rey del Mundo
8. Loth, M.J. Estudio de en la Revue
des Études Anciennes, de julio de 1915, citado por Guénon, ob.cit. También www.es.wikipedia.org
9. Eslava Galán, Juan. Templarios, Griales, Vírgenes Negras y otros enigmas de la Historia
10. Ibíd. 2
10. Ibíd. 2
12. Pérez
Cano, María Teresa. Patrimonio y Ciudad.
El sistema de los conventos de clausura en el Centro Histórico de Sevilla.
13.
La hermandad se titula de Monte-Sión (con tilde en la o). Se recomienda leer en
este blog el capítulo 23 de la serie Sevilla
y las cruces de Calatrava, titulado El
alma del Rosario, el emblema del predicador y la encomienda del Bautista.
14. Alarcón
Herrera, Rafael. La huella de los
templarios: tradiciones populares del Temple en España
15. Eslava, ob.cit.
16. Eslava, ob.cit.
17. Chaves,
Manuel. Páginas sevillanas
19. Se
recomienda leer el capítulo 12 de la serie de este blog La casa de la Pajería y sus circunstancias, titulado Un monte, unas aguas, unos caminos y un
castillo.
22. Eslava, ob.cit
23. Agradezco la atención de la hermandad de la Virgen de la
Cabeza de Sevilla.
24. Mena Calvo, José María de. Todas las Vírgenes sevillanas.
25. Romero Gómez, Juan Antonio. Los
templarios en el Reino de Sevilla
26. González Gómez, Juan Miguel. Sentimiento
y simbolismo en las representaciones marianas de la Semana Santa de Sevilla,
en Las cofradías de Sevilla. Historia,
Antropología, Arte
27. La peana es una presea asociada a la Virgen María, hasta el punto de
que incluso hay peanas en algunos pasos de misterio pero de significación
profundamente mariana, como el de la Soledad de San Lorenzo o incluso el
piadoso misterio de los Servitas.
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